¿Cómo afecta el trabajo informal o «en negro» a la jubilación?

El trabajo informal tiene un impacto profundo y negativo en la jubilación de los trabajadores. Los trabajadores y los empleadores deben tomar conciencia de la importancia de la formalización laboral y de los aportes a la seguridad social.

El trabajo informal, comúnmente conocido como «trabajo en negro», es una problemática persistente en Argentina que afecta a una parte considerable de la fuerza laboral. Este tipo de empleo, caracterizado por la ausencia de registro y la falta de aportes al sistema de seguridad social, tiene repercusiones significativas no solo en el presente, sino también en el futuro, especialmente cuando los trabajadores alcanzan la edad de jubilarse.

Considero fundamental abordar este tema para concienciar a los trabajadores y empleadores sobre las consecuencias de la informalidad laboral.

1. Falta de aportes jubilatorios

La principal consecuencia del trabajo informal es la ausencia de aportes jubilatorios. En un empleo formal, tanto el empleador como el empleado están obligados a realizar contribuciones al sistema de seguridad social, las cuales son esenciales para el cálculo de la futura jubilación. Sin estos aportes, los trabajadores informales no logran acumular los años de servicio necesarios ni el monto de aportes que se utilizan para determinar la cuantía de la jubilación. Esta falta de aportes puede resultar en la imposibilidad de acceder a una jubilación digna o en recibir un haber significativamente reducido.

2. Reducción de los haberes

La falta de aportes durante los años de trabajo informal se traduce directamente en una reducción del monto de los haberes que se calculan en base a los años de aportes y los salarios percibidos durante la vida laboral en los últimos 10 años trabajados o aportados. Si hay períodos en los que no se realizaron aportes, esos años no se contabilizan, lo que disminuye el promedio salarial y, por ende, el monto final de la jubilación e incluso puede significar que la persona no pueda acceder al beneficio. Este es un aspecto crítico, ya que una jubilación reducida puede no ser suficiente para cubrir las necesidades básicas de los adultos mayores, afectando su calidad de vida.

3. Dificultad para acceder a la jubilación

En nuestro país, para acceder a la jubilación, es necesario cumplir con ciertos requisitos de edad y de años de aportes. Los trabajadores que han estado en situación de informalidad pueden encontrar dificultades para alcanzar los años de aportes requeridos.

Esto puede retrasar el momento de la jubilación o, en algunos casos, hacer que sea imposible acceder a ella. La falta de aportes formales durante la vida laboral puede obligar a los trabajadores a seguir trabajando en la vejez, muchas veces en condiciones aún más precarias.

4. Moratorias y regímenes de regularización

El gobierno argentino ha implementado en varias ocasiones moratorias y regímenes especiales para permitir que las personas que no completaron sus aportes puedan regularizar su situación y acceder a la jubilación. Sin embargo, estos programas suelen tener requisitos específicos y pueden implicar el pago de una deuda retroactiva, lo cual no siempre es fácil de asumir para todos los trabajadores. Además, las moratorias no son soluciones permanentes y dependen de la voluntad política y la disponibilidad de recursos del Estado.

5. Impacto en la calidad de vida

La consecuencia final del trabajo en negro es una menor calidad de vida durante la vejez. Una jubilación reducida o la imposibilidad de acceder a una jubilación digna puede poner en riesgo la estabilidad económica y el bienestar de los adultos mayores.

Los jubilados que han trabajado en la informalidad a menudo enfrentan dificultades para cubrir sus gastos médicos, de manutención y otras necesidades básicas. Esto puede llevar a una situación de vulnerabilidad y dependencia, tanto económica como emocional.

6. Derechos y protección social

El trabajo informal también implica una falta de acceso a otros derechos y beneficios sociales. Los trabajadores informales no gozan de licencias por enfermedad, vacaciones pagadas, ni cobertura de salud, lo que agrava su situación laboral y futura jubilación.

La protección social es un derecho fundamental que debe ser garantizado para todos los trabajadores, independientemente de su situación laboral. La informalidad laboral socava este derecho y crea un círculo vicioso de precariedad y exclusión.

7. Importancia de la formalización laboral

La formalización laboral es crucial para garantizar una jubilación digna y una vejez con calidad de vida. Los trabajadores deben ser conscientes de la importancia de exigir sus derechos y buscar la regularización de su situación laboral. Los empleadores, por su parte, tienen la responsabilidad de cumplir con las leyes laborales y de seguridad social, asegurando que todos sus empleados estén debidamente registrados y aporten al sistema de seguridad social.

8. Políticas públicas y reformas

Es fundamental que las políticas públicas se enfoquen en combatir la informalidad laboral y fomentar la inclusión de todos los trabajadores en el sistema formal. Esto incluye la implementación de programas de incentivos para la formalización, la fiscalización y el control del cumplimiento de las leyes laborales, y la educación y concienciación de los trabajadores sobre sus derechos. Las reformas previsionales deben tener en cuenta la realidad de la informalidad laboral y buscar soluciones integrales que garanticen la protección social para todos.

En resumen, el trabajo informal tiene un impacto profundo y negativo en la jubilación de los trabajadores. Es esencial que tanto los trabajadores como los empleadores tomen conciencia de la importancia de la formalización laboral y de los aportes a la seguridad social. La jubilación no solo es un derecho, sino también una necesidad fundamental para una vida digna en la tercera edad. Las políticas públicas deben continuar enfocándose en la inclusión de todos los trabajadores en el sistema formal, para garantizar una vejez digna y segura para todos.

(*) Abogada especialista en derecho previsional

MP: 2489 – Directora de «Zarza y Asociados».